Estoy embarazada ¿puedo comer pescado y marisco?
Una de las dudas más frecuentes sobre la alimentación durante el embarazo es si el consumo de pescado y marisco es o no recomendable.
Estos productos contienen proteínas, hierro y zinc y, algunos, también ácidos grasos omega 3, todos nutrientes necesarios para el crecimiento y el desarrollo del bebé. Si bien es cierto que algunos de ellos, fundamentalmente el pescado azul de tamaño grande como el pez espada, el atún rojo, el tiburón y el lucio, también pueden contener mercurio en una cantidad que aunque es aceptable para el consumo general, no es aconsejable para las mujeres embarazadas. Por esta razón, es conveniente evitarlos.
Por el contrario, el pescado azul de tamaño pequeño (boquerones, anchoas, sardinas…) y el pescado blanco (como la merluza, el rape, el bacalao o el abadejo), se pueden consumir sin problemas.
¿Con qué frecuencia se debe incluir el pescado en la dieta? Lo recomendable es comerlo entre 3 y 4 veces a la semana (sobre todo el pescado azul pequeño, por su alto contenido en omega 3).
Eso sí, siempre que consumas pescado, debes tomarlo bien cocinado, nunca crudo, en salazón, ahumado ni marinado. Y lo mismo sucede con el marisco.
Además, en el caso del marisco, ten mucho cuidado si lo vas a consumir fuera de casa. Y evita comer o chupar las cabezas de gambas, langostinos, carabineros, cigalas y otros crustáceos, ya que en ellas tiende a acumularse el cadmio, un metal pesado presente en las aguas marinas.
No obstante, las pautas de alimentación durante el embarazo debe marcarlas siempre tu médico.
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